viernes, 29 de octubre de 2010

Comunicado, 16 de octubre, Día Mundial del Derecho a la Alimentacion

La desigualdad, la madre de todas las hambres
A menos de un año y medio que concluya la administración del Presidente Álvaro Colom es evidente que las circunstancias que provocan el Hambre y la Desnutrición en Guatemala no han variado en lo mínimo. Por el contrario se ha profundizado la pobreza y la desigualdad, disminuye la producción de alimentos de consumo local, motivando la dependencia a la importación de alimentos; mientras que los precios de los alimentos llegan a un nivel inaccesible para la mayoría de la población que ha visto estancado sus ingresos. A pesar de que el actual gobierno se adhiere a un discurso socialdemócrata que argumenta “causas estructurales” entre las causas que provocan el Hambre y Desnutrición, finalmente permanece impasible frente a las mismas:
·        Se mantiene el despojo de la tierra a la población indígena y campesina, mediante mecanismos violentos e ilegales, promovidos por empresas agrícolas que tratan de impulsar nuevos cultivos de exportación, especialmente Caña de Azúcar y Palma Africana. Situación que es tolerada por el mismo gobierno al no abordar los más de 5 mil conflictos agrarios, o fortalecer el Registro de Información Catastral.
·        Se promueve la inversión extranjera mediante mecanismos que atentan contra la dignidad humana de la población guatemalteca; fomentando el bajo ingreso en la ciudad y en el campo: Salario de actividades maquileras inferior al Salario Mínimo y ausencia total de la Inspección General del Trabajo en el área rural, cuyos salarios son inferiores a la mitad del Salario Mínimo.
·        Se acepta la Apertura Comercial desleal y desventajosa a los intereses nacionales. A pesar que se ha demostrado que otros gobiernos promueven altos subsidios a las actividades agrícolas “dumping”, provocando la quiebra de la producción nacional de alimentos y motivando la Dependencia Alimentaria.
·        Consolidación de los monopolios alimentarios nacionales, mediante la permisividad del acaparamiento de alimentos por parte de algunas empresas que se aprovechan de la escasez nacional y la dependencia al mercado externo, para imponer altos precios.
·        Quiebre de la institucionalidad agraria, específicamente el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación, el cual ha sufrido de un prolongado proceso de desfinanciamiento para promover la llegada del programa presidencia ProRural. Lo que implica la imposición de un enfoque excluyente de las necesidades básicas de la población campesina.
Mientras tanto las acciones estatales contra el Hambre se han enfocado en el monitoreo de la inseguridad alimentaria y el tratamiento clínico de la desnutrición. Aunque los sistemas de vigilancia han mejorado permitiendo la visibilización de la problemática, los porcentajes y tasas de los últimos años son casi invariables, como evidencia que las raíces del hambre son mucho más profundas de lo aparente y que no es posible variar indicadores si no son abordadas las causas que mantienen la pobreza y la desigualdad.
Por otra parte se han venido impulsando un conjunto de medidas de carácter asistencialista (entrega de Transferencias Monetarias Condicionadas, cupones canjeables por Fertilizantes químicos y Bolsas de Alimentos) que si bien se constituyen en acciones mínimas, por sí mismas no resuelven un problema cuyos origen es la Desigualdad Social, que se manifiesta diariamente. Por ello es imperativo que los recursos financieros provenientes de la Cooperación Internacional condicionen al gobierno y sus representantes a asumir acciones coherentes con las causas estructurales de la situación alimentaria en Guatemala.
Es necesario complementar el Sistema Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional, SINASAN, con un nuevo sistema que se oriente al fortalecimiento de la agricultura campesina, a motivar procesos sustentables y sostenibles que recuperen las capacidades productivas y generen los alimentos necesarios para no depender de la disponibilidad y variabilidad de los precios internacionales.
Es preciso promover acciones que le devuelvan a las poblaciones campesinas los recursos para trabajar y generar alimentos e ingresos, y les apoyen para generar las capacidades necesarias para desarrollar y dinamizar sus economías. Que haya acceso a la tierra, al crédito, a la asistencia técnica agroecológica, a insumos agrícolas orgánicos que no desgasten la riqueza y la capacidad productiva de la tierra; así como acceder a recursos hídricos sustentables, fortalecer los mercados locales y nacional, desarrollar un sistema integral de abastecimiento de alimentos para incentivar la producción, así como constituir una reserva nacional de alimentos que garantice la estabilidad de los precios.
Para esto es fundamental la instalación del Sistema Nacional de Desarrollo Rural Integral, mediante el cual se reestructure y fortalezca la institucionalidad agraria vigente para que se oriente a superar la pobreza rural.



¡Que el Derecho a la Alimentación signifique algo!

Colectivo Social para el Derecho a la Alimentación
Campaña Guatemala Sin Hambre
Centro Internacional para Investigaciones en Derechos Humanos
Coordinadora de ONG y Cooperativas
Mesa Nacional Alimentaria
Pastoral de la Tierra Interdiocesana
Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala

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